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lunes, 30 de abril de 2012

Por qué los fansubs hacen buenas traducciones

Esta entrada está inspirada en la exposición y en el trabajo en grupo La traducción colaborativa en Internet: los fansubs hecho para la asignatura Teoria e Historia de la Traducción, impartida la parte de Teoría por Javier Franco, académico de la UA. El equipo ha estado compuesto por Roque Estañ, Sara Baeza y un servidor, y me parecía muy poco profesional no mencionarlos al principio de la entrada. Al final encontraréis el power de la exposición que hicimos en clase por si queréis echarle un vistazo y aquí tenéis bibliografía relacionada con los fansubs y el romhacking. Ahora, ya puedo soltarme el rollo tranquilamente y si tienes algo que aportar, no dudes en hacerlo.


Hay traductores que a estas alturas de la vida no saben lo que son los fansubs y eso está muy mal, porque constituyen un ejemplo de traducción que puede resultar muy interesante desde el punto de vista traductológico. En la bibliografía encontraréis algunos artículos sobre el tema de la mano de pros como Pablo Muñoz, Díaz Cintas o Eva María Martínez. Tratan muchos aspectos, pero aquí nos hemos querido centrar en analizar este tipo de traducción y su funcionamiento desde una perspectiva traductológica y tratándola como una traducción más, por más que sea amateur. ¿Traducen bien los fansubs? ¿Son adecuadas sus traducciones? Nosotros creemos que .

Empecemos con una breve descripción del fenómeno. Fansub es un término que ya sirve para denominar a muchas cosas. Centrándonos en su sentido más extendido, los fansubs son aquellos grupos de voluntarios que se encargan de la traducción de series de animación japonesas (anime) de manera gratuita. Dejemos de lado el tema del copyright. La gran mayoría de traductores fansubbers no son profesionales de la traducción ni cursan estudios relacionados y traducen por amor al arte, porque les gusta una obra y la quieren traducir para que otros puedan acceder a ella en su idioma. Esta filosofia «de fans para fans» va a ser muy importante en nuestro análisis. Su libro de estilo difiere bastante del estilo de una traducción profesional u oficial y ahora vamos a ver en qué aspectos.

Lector tipo y escopo
Apliquemos la teoría de la traducción. No, no os durmáis aún, que no es tan soporífero como suena. Dos factores clave para entender el porqué de una traducción son el lector tipo y el escopo. Para entendernos, el lector tipo es aquella persona que típicamente querría leer un texto. En este caso hablamos de un texto audiovisual con un público objetivo bastante definido: joven hispanohablante con un nivel cultural medio, posiblemente estudiante, con conocimientos básicos de inglés y de algo de japonés, ya que muestra un gran interés por la cultura y lengua japonesa. En pocas palabras, el lector tipo de un fansub responde a la figura del otaku, término por el que se conoce a los aficionados al manga, el anime y la cultura japonesa. Vamos, un friki.

El escopo es la palabra técnica para referirse al objetivo de la traducción y va en consonancia con el lector tipo, pues intenta suplir las exigencias de éste. Basándonos en las traducciones y en las palabras de los propios fansubbers, el escopo principal será casi siempre mantener el escopo del original: si el original provoca la risa, que pase lo mismo en la traducción. Pero el subescopo es más interesante para nuestro análisis, ya que se basa en la conservación de niponismos. Esto responde tanto a la intención de dar color japonés y cierto exotismo a la traducción, como a darle al texto audiovisual una función didáctica para que sirva como apoyo para el aprendizaje del idioma japonés. Si sirve para aprender japonés o no es un debate aparte y hay opiniones diversas, pero lo cierto es que el gusto por el exotismo japonés y la función didáctica son los dos argumentos principales que se dan a la hora de defender este escopo.

Elementos culturales, nombres propios y unidades fraseológicas
El tratamiento de los elementos culturales y de los nombres propios merece una mención. En dichos fenómenos lingüísticos es mayoritaria la conservación como método de traducción. En general, se tiende a la repetición del elemento acompañado de una glosa o una nota del traductor. Cuando hablamos de repetición nos referimos a la conservación de las palabras en japonés transcritas a nuestro sistema de signos (el alfabeto latino), no a que en los subtítulos aparezcan caracteres japoneses.

Kishin, ejemplo de conservación del japonés
en Soul Eater, traducido por el extinto Nine Tales Fansub (NTF), ahora Backbeard.

Las unidades fraseológicas (UF), aquellas combinaciones de palabras caracterizadas por su grado de fijación y su idiomaticidad, pueden traducirse en los fansubs al menos de dos formas. Si la UF no presenta ningún problema de traducción y existe un equivalente que no produzca una gran pérdida, la mayoría de veces optaremos por una traducción normal, es decir, por la sustitución por una UF equivalente sin más. La segunda opción es la que más nos interesa y es más conservadora en el sentido que se hace una traducción literal acompañada de una nota del traductor.


Como vemos en la imagen, se opta por este tipo de traducción cuando el uso de la regla habitual supondría una pérdida o alejarse mucho del original, perdiendo elementos interesantes del japonés por el camino. Es imposible reflejar el juego de palabras mame (no) chishiki en inglés, por lo que el traductor ha decidido explicarlo con una nota del traductor.

La visibilidad del traductor
Una característica fundamental que separa a los fansubs de los traductores profesional es su visibilidad, y es que los traductores fansubbers no son invisibles casi por definición. Los que ven sus series saben perfectamente que están viendo una traducción hecha por un fansub y lo tienen presente en todo momento debido a diversos factores. Todo esto contrasta mucho con la traducción audiovisual profesional, en la que en muchos casos (sobre todo a causa del doblaje) los usuarios apenas son conscientes de que están delante de una traducción y el nombre de los traductores ni aparece. Además, no olvidemos aquella máxima del «traductor invisible».

En primer lugar, el nombre o alias del traductor y del fansub aparece tanto en el opening como en el ending de las series. Algunos autores como Paul "Otaking" Johnson, creador del genial documental The Rise and Fall of Anime Fansubs (muy recomendable), han visto una muestra de egocentrismo en esta costumbre, ya que algunos fansubs llegan a poner su nombre más grande que el título de la obra. Es cierto también que la mayoría ponen sus nombres al nivel del equipo que realmente ha creado la obra, mientras que estos se dejan en caracteres japoneses y no pueden leerse.

Ejemplo habitual de aparición del nombre del fansub en el título.
Ejemplo de egocentrismo puesto en The Rise and Fall of Anime Fansubs.
Se ve como el/los fansub/s aparecen casi más grandes que el título y encima este está sin traducir.
Las notas del traductor son un factor de visibilidad muy a tener en cuenta, como señala esta entrada. Su uso es abundante si comparamos con la traducción profesional y en algunas ocasiones llega a tener similitud con una edición anotada de la obra. Este hecho es más significativo si cabe si tenemos en cuenta que las notas del traductor en la traducción audiovisual profesional son prácticamente inexistentes. En los fansubs aparecen separadas del diálogo (normalmente en la parte superior de la pantalla) y tienen la misma duración que este independientemente de su longitud, ya que está previsto que, si no da tiempo a leer (que suele ser lo habitual), se puede pausar el vídeo para leerlo con calma. 

Ejemplo de una nota del traductor estándar en el Soul Eater de NTF.

El uso de subtítulos visibles contrasta con la máxima profesional de los subtítulos invisibles. Frente al uso de fuentes simples y monocromáticas en las traducciones oficiales, muchos fansubs exploran el campo de los subtítulos con fuentes más estilísticas y de distintos colores. Sirven tanto para la caracterización de los personajes como para saber quién está hablando. También destaca el uso de este tipo de subtítulos en los karaokes que los fansubs introducen en los openings y endings de las series, en los cuales se muestra la canción en caracteres japoneses, en rōmaji (japonés transcrito al alfabeto romano) y su traducción.

Fuente que caracteriza a «Shinigami-sama» en el Soul Eater de NTF.
Opening del Soul Eater de NTF con karaokes.
Por último, un punto interesante que no se produce en la traducción profesional es la interacción directa traductor-lector. Todo los fansubs suelen tener foros y webs en los que los usuarios se registran y tratan directamente con los traductores, exponiendo sus alabanzas y sus quejas. No negaré que muchas de estos mensajes suelen ser del tipo «Hola! Me encanta esta serie y sigo vuestra traducción! Cuando sacareis el próximo capitulo!?», pero algunas veces se pueden establecer discusiones interesantes y, sobre todo, contribuye a dar cierta relevancia a la figura del traductor, o al menos visibilidad.

Calidad, pureza y adecuación
Al principio de la entrada ya se establecía la tesis principal de que los fansubs hacen una traducción adecuada. Los argumentos ya se han explicado, pero no se han relacionado. Un contraargumento importante contra la traducción de fansubbers es que predomina la mala calidad. Es cierto que existe una mayoría de fansubs que, ya no es que cometan faltas de ortografía, sino que cometen errores gramaticales y de traducción. Se han puesto de moda los fastsubs, juego de palabras con cierta sorna que define las subtítulos hechos por fans en los que prima la velocidad de publicación (horas o pocos días después de que salga el original) sobre la calidad y la corrección. Además, OtaKing explica que todo lo explicado anteriormente (notas del traductor abundantes, subtítulos visibles...) no es nada profesional y es signo de una traducción de mala calidad.

Un ejemplo de nota con excesiva información.
Mala traducción de fastsub usada en la entrada
de Nieves Gamonal Subtítulos que matan.
No voy a negar que hay fansubs de mala calidad, a montones. El don o la maldición de Internet es que cualquiera puede publicar lo que quiera de la manera que quiera. Y bueno, ya sabemos que hay mucho cazurro suelto y con la ilusión hacen traducciones de aquella manera. Pero también es cierto que hay fansubs que se preocupan por no caer en estos errores y consiguen una calidad lingüística aceptable. No hay que meter a todos en el mismo saco. Independientemente de la calidad de algunos casos particulares, no se puede generalizar y decir que los fansubs son por regla de mala calidad, ni tampoco que todos son de buena. Es como decir que los traductores literarios son todos geniales o que todos los políticos son unos chori... Ejem, que bueno, que habrá de todo y generalizar, aparte de ser una falacia, es muy demagógico, que queda muy intelectual decirlo pero es cierto. Así, y como en todo Internet, hay de todo y el filtro será el propio lector, que deberá elegir la traducción que mejor le parezca. De hecho, los fansubs más seguidos suelen tener una calidad aceptable.

Aun así, siguen apareciendo muchos extranjerismos y todas las características que hacen que los fansubs no se parezcan a la traducción profesional. ¿Que no se ajusten a la regla los hace malas traducciones? Veamos ahora el caso de una traducción que no sigue las reglas del español correcto: la traducción médica. Como es sabido, usa un léxico repleto de anglicismos, como por ejemplo randomizar, en cierta manera equiparable al uso de anglicismos y niponismos en los fansubs. ¿Alguien dice que los traductores de médica son malos traductores? No tengo ni idea de traducción médica y supongo que habrá opiniones de todo tipo, pero la verdad es que en las traducciones médicas hay mucho anglicismo y funcionan. Y lo mejor es que los médicos lo piden así y se quejan si se usa un español puro que deje atrás el léxico anglófilo. En consecuencia, ¿la pureza lingüística y la regla son criterios suficientes como para establecer si una traducción es adecuada? ¿Por qué me enrollo tanto? Pues para llegar a la conclusión con argumentos sólidos.

El lector tipo es la clave
Leamos qué criterios, según Nida, deben ser los que determinen si una traducción es adecuada:
«Even the old question: Is this a correct translation? must be answered in terms of another question, namely: For whom? Correctness must be determined by the extent to which the average reader for which a translation is intended will be likely to understand it correctly»
Ni regla ni corrección lingüística, el lector tipo es en palabras de Nida el que tiene que determinar si la traducción es o no adecuada, la persona que va a dar uso a ese texto y la que realmente va a evaluar si le gusta o no. Ya hemos visto que el escopo, el propósito de este tipo de traducción está muy unido al lector tipo, el otaku, y responde a sus exigencias y necesidades. Por eso, no es trivial que se mantengan tantos elementos japoneses y se recurra a notas del traductor para explicar cosas que desaparecerían en otro tipo de traducción, ya que el lector tipo realmente pide y exige que se haga de esta manera. Por lo tanto, si consideramos que las traducciones de fansubs cumplen un escopo que se corresponde con el lector tipo y que los usuarios aceptan estas traducciones como correctas y válidas, podemos afirmar que estamos ante una traducción exitosa que se adecua a su objetivo, una buena traducción. Se puede criticar que tiene aspectos mejorables, pero la realidad es que funciona.

Power Trad Colaborativa Los Fansubs